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Amancio en línea

Un antes y un despúes...

Antes del Triunfo de la Revolución las elecciones en Cuba se convertían en un proceso corrupto que respondía a los intereses de una minoría que aspiraba a escalar niveles sociales que los llevaran al poder.

Muchas familias se veían obligadas a  vender sus cédulas electorales a concejales de barrio que representaban a un determinado partido, los que a cambio garantizaban atención médica, un puesto de trabajo u algo así, predominando la politiquería barata que dominaba en ese entonces.

Guardias rurales que respondían al partido de turno que gobernaba, eran los encargados de custodiar las urnas con armas que apuntaban al pueblo.

Pero gracias al Enero glorioso de 1959 los sufragios que se desarrollan en nuestro país nada tienen que ver con aquellas elecciones, cargadas de mentiras y falsas promesas.

Hoy se respeta el derecho de cada ciudadano a ejercer su derecho al voto, a elegir a quien considere reúna las condiciones para representarlos ante una asamblea que responde a los intereses de la mayoría.

No importa color, sexo u origen social, por el contrario, se tiene en cuenta la composición étnica de la sociedad y se  proponen a negros, mujeres y jóvenes, con la única condición de que sean dignos de ser elegidos por el pueblo. 

Con esta marcada diferencia por estos días se desarrolla en todo el país, el proceso de elecciones parciales donde deben quedar seleccionados los candidatos a delegados del Poder Popular, cuyo nombre ya dice mucho.

Una intensa labor se despliega en cada barrio de las 80 circunscripciones del  municipio de Amancio, donde se verifica la inclusión de todos los miembros de la familia con derecho al voto, para garantizar la calidad de unas elecciones que son ejemplo de transparencia y verdadera democracia, donde se demuestra que el poder está en nuestras manos, en las manos del pueblo.
  

 

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